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Óscar Luengo, 

guia oficial.

¿Porqué aquí?

A simple vista podemos pensar que estamos frente a un Castillo, pero lo cierto es que nos encontramos ante una magnifica fortaleza cuya función principal durante siglos fue la de refugiar y cobijar a una gran población en caso de peligro. Por lo tanto su función no era tanto residencial, sino más bien militar. Su origen, desconocido para muchos, proviene de una alcazaba musulmana que fue mandada construir en el año 932 por el califa Abderramán III, durante el califato de Córdoba.
El Castillo de Montalbán se encuentra en un punto estratégico. Está ubicado a una altura de entre 80 y 100 metros respecto al rio torcón, lo que hacía imposible que ningún ejército en el siglo X atacase por ese lado. Otro de los motivos por los que se encuentra localizado en mitad del campo viene dado por la conquista de la península en manos de los musulmanes. Una vez que la península fue invadida por los árabes, a excepción del norte,  dividieron todo Al-Andalus en tres grandes marcas militares; zona superior que correspondía al rio Ebro, zona media a la que pertenecía el rio Tajo y zona inferior junto al rio Guadalquivir. Todas estas marcas militares se encontraban custodiadas por diferentes Castillos y Alcazabas que vigilaban cualquier avanzadilla del ejército cristiano.

Óscar Luengo, 

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Batalla Sagradas

En el año 939, en Simanca (Valladolid), tuvo lugar un hecho transcendental para la historia de España. Allí se enfrentaron las tropas del Califa Abderramán III contra las tropas del Rey de León, Ramiro II. La victoria del ejército cristiano en dicha batalla, provocó que poco a poco fueran conquistando diferentes territorios del sur hasta que en el año 1085, el Rey Alfonso VI conquista Toledo y la alcazaba, que entonces estaba ocupada por musulmanes, paso a tener dominio y poblamiento cristiano. 
Avanzando un año en el tiempo. En 1086 va a tener lugar en Sagrajas (Badajoz), otro enfrentamiento bélico, igual de importante o más que el de Simanca. Allí se enfrentarían las tropas de Alfonso VI contra el ejército almorávide de Yusuf ibn Tasufin. Después de una disputada batalla, la victoria cayó de manos de los musulmanes, que fijaron su objetivo en la reconquista de las tierras que habían perdido contra Ramiro II. No obstante, pese a que los árabes iniciaron la reconquista de Al-Andalus, finalmente el Castillo de Montalbán no va a sufrir ninguna batalla y continuará perteneciendo a los cristianos. 

Óscar Luengo, 

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Batalla Simancas 

1144 y 1147. Dos flechas clave para la historia de la fortaleza. El Rey Alfonso VII va a ceder, un amplio territorio formado por los Montes de Toledo, gran parte del rio Tajo y rio Cedena y diferentes pueblos del sur de Toledo a la Orden del Temple, con el objetivo de que estos tuvieran vigilados a los musulmanes para así evitar cualquier ataque. Aun así, les va a ceder en propiedad fue lo que hoy conocemos como la Ermita Santa María de Melque.
En 1209, Alfonso VIII, sucesor del antiguo rey, va a ceder la propiedad de la alcazaba al vasallo, Alfonso Téllez de Meneses. Va a ser principalmente ese hombre, quien iría transformando la alcazaba en una fortaleza tal y como la conocemos hoy en día. Esta decisión fue tomada, debido a la llegada de un nuevo pueblo del norte de África, cuyas técnicas de ataque y armas exigían tener unas murallas más altas para poder proteger a la población cristiana que allí habitaba. 

Óscar Luengo, 

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Dos fechas 

fundamentales 

Óscar Luengo, 

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Alfonso de Meneses

Visitar el Castillo de Montalbán es una experiencia única, donde además de apreciar su grandeza, podemos descubrir la historia que se esconde detrás de sus cimientos.  Se puede visitar de dos maneras totalmente diferentes: de forma libre o a través de visita guiada. Aunque ambas son recomendadas, la visita guiada es la opción  que más eligen los turistas  El guía pone un punto histórico a la visita, explicando detalladamente la historia de fortín y contando leyendas que no dejan indiferente a nadie. 

Óscar Luengo, 

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Orden de Monfrag

Muy cerca de San Martin de Montalbán, a 30 kilómetros y cerca del Carpio de Tajo, se encuentra una pequeña villa amurallada que tenía por nombre Ronda. Esa villa, pertenecía a la Orden de Monfrag y a la Orden de Calatrava. En 1216, tras un acuerdo al que llega Alfonso Téllez de Meneses con los caballeros de la Orden de Monfrag, la fortaleza de Montalbán pasa a manos de los caballos de Monfrag. Sin embargo, tan solo va a estar en su posesión durante cinco años, de 1216 a 1221. En 1221, la Orden de Monfrag es obligada a fusionarse con la Orden de Calatrava por orden expresa del Rey Fernando III “El Santo”. Ese hecho, los caballos de Monfrag no lo van a aceptar y para evitar que la fortaleza cayera en dominio de los calatravos, se fusionaran con la otra Orden que tanta importancia tenía por aquel entonces: la Orden del Temple. 
En el año 1307, tras la disolución de la Orden del Temple en Castilla, la fortaleza pasa a manos de la corona. Paso por manos de diferentes reyes, hasta que en el año 1329, el Rey Alfonso Fernando Coronel se hará con sus posesiones. Durante los próximos veintitrés años, el rey mando construir las dos torres albarranas que hoy forman la fortaleza. Hasta que en el año, 1352, surgirá otro rey Pedro I “El Cruel” que tras un conflicto con el antiguo Rey Alfonso Coronel morirá degollado en un pueblo de Córdoba. 
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Óscar Luengo, 

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Alfonso Tellez Guirón

Durante los años que Pedro I habitó allí, el Castillo se convirtió en el lugar escogido por el rey para disfrutar junto a su amante María de Padilla. Y fruto de esa relación, nacerá su hija Beatriz, que será junto a su padre la copropietaria de la fortaleza.  A ella y a su padre pertenecerá hasta el año 1369, cuando Pedro I muere y de nuevo la fortaleza pasa a formar parte de la familia Coronel. 
 
La nueva propietaria del Castillo, hija de Alfonso Coronel, María Coronel decidió ceder tras su muerte, la fortaleza a su sobrino el infante Don Fernando, más conocido como Fernando de Antequera, quien en 1412 se convirtió en Fernando I, rey de Aragón. Por lo tanto, la fortaleza de Montalbán pasó a formar parte de las propiedades que la Corona de Aragón tenía en Castilla. En sus manos estará hasta la fecha de su muerte, 1416, cuando se hará cargo de ello, su esposa Leonor de Albuquerque
Tras su muerte, en 1425, el Castillo pasó a manos de su hija María de Aragón. En su posesión estuvo hasta 1437, cuando su marido el Rey Juan II se lo cede a Don Álvaro de Luna y este posteriormente a su hijo. Tras la repentina muerte de Juan de Luna, pasaría a formar parte de la viuda de Álvaro de Luna, la Condesa de Saint Esteban de Guzmán, Juana de Pimentel hasta 1462. Ese mismo año, volverá a manos de la Corona, que entonces estaba reinada por Enrique IV y este se lo cederá a Don Juan Pacheco, quien posteriormente en el año 1471 se lo cederá a su tercer hijo Don Alonso Téllez Girón, para que cree un mayorazgo y se haga el dueño de otro pueblo al que perteneció el Castillo durante siglos, La Puebla de Montalbán. En 1562, el Rey Felipe II concede el título de Duques de Osuna a la familia Téllez Girón. Desde entonces la propiedad sigue perteneciendo a la familia Girón, a los Duques de Osuna. Actualmente, las propietarias de la fortaleza son las hijas de la VI Duquesa de Osuna. 
En la galeria que se expone a continuación se pueden observar fotografias tomadas durante la visita guiada del día 2 de Noviembre de 2018 en el Castillo de Montalbán termino municipal de San Martín de Montalbán.

Óscar Luengo, 

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Duques de Osuna

Óscar Luengo, 

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Antecedenes

Óscar Luengo, 

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El probema de la comidia

La puerta que pudo cambiarlo todo

Puerta de Ciudad Real
Hace 598 años, en el año 1420. La Corte de Castilla se encontraba veraneando en el Palacio que tenian en Tordesillas (Valladolid). Durante 40 días, Juan de Aragón se ausentará para casarse con la princesa Blanca de Navarra. Aprovechando la ausencia de Juan, su hermano, Enrique de Aragón entrará en la corte y allí, mandará matar a toda la guardia real y secuestraran a todas las doncellas, pajes y sirvientes que allí se hospedaban. Esto es lo que se conoce en la historia de España como "El atraco de Tordesillas". 
Desde ahí, Enrique de Aragón emprenderá su camino hacia el Alcázar de Segovia y entonces obligará a su primo a firmar cartas donde reconocen que la corona ha sido pasada "voluntariamente" de manos del rey Juan II a su hermano Enrique de Aragón. Una de esas cartas llegó a Toledo, al arzobispo Don Sancho de Rojas y cuando leyó la carta no daba crédito a lo que había escrito. Entonces, Sancho de Rojas, decidió mandar un mensajero hasta Pamplona para que Juan de Aragón dictaminará si era correcto o no. Efectivamente, Juan evidenció lo que ya se sabía: Enrique habia engañados fruto de su avaricia. Como consecuencia de ello, Juan reorganizó a sus ejércitos que pusieron rumbo a Olmedo.
Mientras tanto, los secuestrados por Enrique de Aragón, se encuentran ubicados en Ávila y desde allí serán desplazados hasta el Alcázar de Talavera de la Reina, -desaparecido ahora-. Allí, Juan de Aragón y su vasallo Álvaro de Luna planerarán un método de huida para escapar del secuesto al que estaban sometidos. El día escogido fue el viernes 29 de Noviembre, el motivo la caza matutina de todos los fines de semana. Y cuando los pajes que vigilaban menos se lo esperaban, Juan de Aragón junto al imprescindible Álvaro de Luna.
A las seis y media de la tarde hacen su entrada el rey y su comitiba real y lo primero que comprueban son las provisiones de comida que hay en la cocina, para sorpresa de muchos, tan solo había: 8 hogazas de pan, dos cantaros de vino, fanega y media de cebada y media fanega de trigo. Inmediatamente el rey, viendo las pocas provisiones que habia manda a las villas cercanas a mensajeros para que le lleven comida hasta allí. Siguiendo con su habitual ritual, a las cuatro de la mañana se presentan en la fortaleza 50 bastalleros y lanceros para refugiar al rey. Al día siguiente, sábado 30 de Noviembre, las tropas de Enrqiue de Aragón asedian toda la fortaleza, menos una puerta. La puerta que lo cambió todo. La situación era trágica; no había comida, estaban en pleno invierno y seguían secuestrados por quién se estaba haciendo pasar por rey: Enrique de Aragón. Volvemos entonces a la puerta sin vigilancia. El alcaide de la fortaleza manda a un mensajero que salga con rumbo a Olmedo para avisar a Juan de Aragón de la situación que se estaba viviendo.  Una vez había sido informado, Juan reunió a sus tropas y 1500 soldados se presentarón en Montalbán para salvar al rey.  Fue entonces, cuando Enrique de Aragón se percata de que no pueden hacer frente a las tropas de su hermano Juan, dan por terminado el asedio y se van con dirección a Ocaña. Pasados unos dias posteriores al fin de asedio, llegarán otros 1500 soldados de la antigua milicia de Villareal. El rey, en agradecimiento de esa labor, otorgará otro privilegio a la antigua milicia, que pasará de llamarse Villareal a Ciudad Real.
Fue entonces en Montalbán donde se puso el nombre de lo que hoy conocemos como Ciudad Real.

Óscar Luengo, 

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Asedio Ávila

Óscar Luengo, 

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El final del asedio

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